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Subasta 1026, Lote # 131 NATURALEZA MUERTA CON GUACAMAYA
BÉLGICA
PRINCIPIOS DEL SIGLO XVIII
Óleo sobre tela
Detalles de conservación
119 x 97 cm
El término naturaleza muerta se utilizó por primera vez en los Países Bajos en el siglo XVII. Los holandeses tenían un temprano interés por los objetos y su potencial simbólico, particularmente moral o espiritual, de modo que es lógico que el género de las naturalezas muertas naciera en el seno de las escenas religiosas: en ellas se incluían objetos simbólicos que, con el tiempo, dominaron la escena. En las Provincias Unidas del norte se abandonó por completo la narrativa en esas pinturas.
Durante el siglo XVII, la naturaleza muerta evolucionó de manera significativa. A comienzos de siglo se centraban habitualmente en rigurosos detalles de la naturaleza, ya que constituían encargos realizados por coleccionistas de historia natural, de floricultores y otros con intereses científicos en los especímenes holandeses o extranjeros. Los temas más populares reflejaban a menudo la boyante identidad holandesa: el pescado y el marisco, por ejemplo, eran muy frecuentes dada la dependencia del mar y su proximidad. Las flores -muy valoradas en general- estuvieron también de moda y las pinturas que las representaban llegaron a alcanzar altos precios.
En la década de 1640, la creciente preferencia por los objetos lujosos se manifestó en las composiciones, que se llenaron de frutos y objetos decorativos costosos, tales como objetos exóticos traídos de lejanas tierras. A pesar de esos cambios, los artistas no eliminaron aquellos elementos que recordaban al observador su fe protestante. No importa cuán ricos se volvieran gracias al comercio, querían guardar el equilibrio entre lo terrenal y lo espiritual.
Referencias:
Museo Guggenheim Bilbao, Guías para educadores, Naturaleza muerta.
Estimado $70,000-100,000
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